Florida contra la visa H-1B: ¿qué cambia para los trabajadores extranjeros?

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, arremetió esta semana contra el programa de visas H-1B, utilizado por empresas estadounidenses para contratar trabajadores extranjeros altamente especializados en áreas como tecnología, medicina o ingeniería.

El republicano calificó el sistema como una “estafa”, argumentando que la importación de mano de obra calificada pero más barata afecta directamente a los trabajadores estadounidenses que podrían ocupar esos mismos cargos.

En una publicación en su cuenta de X (antes Twitter), DeSantis aseguró que el programa no se justifica en ningún contexto, y añadió que su impacto es aún más preocupante considerando que la inteligencia artificial “reducirá un número significativo de empleos administrativos”.

Su postura fue respaldada por otros líderes republicanos en Florida, como algunos representantes del condado de Brevard, quienes calificaron el sistema de visas como una “traición al trabajador estadounidense”.

Trump cambia las reglas del juego

En esa misma línea, el presidente Donald Trump firmó una medida que impone nuevas trabas a las empresas que quieran contratar bajo el sistema H-1B. A partir de ahora, toda empresa que solicite empleados extranjeros deberá pagar una tarifa de 100 mil dólares por petición (LEER AQUÍ).

El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) explicó que la meta es “frenar los abusos y proteger a los trabajadores estadounidenses”. A esto se suma una propuesta del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para modificar el sistema de selección.

Actualmente, los beneficiarios se eligen por sorteo, pero el cambio busca implementar un sistema de prioridad basado en méritos: se dará preferencia a candidatos con mayor nivel de cualificación o salarios más altos.

Qué es la visa H-1B y cómo funciona

La visa H-1B permite a empresas en Estados Unidos contratar temporalmente a profesionales extranjeros en “ocupaciones especializadas”, como arquitectura, ingeniería, medicina, contabilidad, derecho, finanzas, educación, matemáticas, teología y las artes.

Cada año se otorgan 65.000 visas nuevas, más 20.000 adicionales para quienes hayan completado una maestría o doctorado en universidades estadounidenses. La demanda suele superar ampliamente el cupo disponible, por lo que el proceso de selección se realiza a través de una lotería.

Quienes resultan seleccionados pueden vivir y trabajar legalmente en EE.UU. durante tres años, con la posibilidad de extender su estadía por otros tres.

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