Un asesino liberado por error en Miami fue recapturado este miércoles en Georgia tras una cacería federal. James Edward Daniels, condenado a cadena perpetua por un doble homicidio en 2020, salió en libertad el 27 de septiembre por un fallo administrativo en el sistema correccional del condado. Lo detuvieron cinco días después, sin resistencia, en una residencia de Reynolds, Georgia.
Daniels, de 60 años, secuestró, torturó y ejecutó a Osmar Oliva (50) y Johan González Quesada (26) en Opa-locka, Miami-Dade. El crimen ocurrió en 2020 y también dejó a una tercera víctima con heridas graves. Durante el ataque, él y su cómplice Frederick Eugene Rudolph robaron drogas y joyas. Un tercer implicado, Herbert Barr, recibió una condena de 12.5 años.
En 2024, un tribunal lo sentenció a cadena perpetua. A pesar de eso, lo trasladaron al Centro Correccional Turner Guilford Knight (TGK) el 26 de septiembre para resolver un cargo pendiente por posesión de cocaína. Al día siguiente, el juez cerró ese caso menor, y Daniels salió por la puerta principal sin que nadie lo detuviera.
La liberación por error desató una persecución nacional
El sistema clasificó su liberación como un trámite administrativo más. Nadie cruzó la información con su condena previa. Cuando las autoridades descubrieron el error, activaron una cacería a nivel federal.
El FBI lo declaró “armado y peligroso” y ofreció una recompensa de $20,000. La Oficina del Sheriff de Miami-Dadesumó $5,000 más. Equipos del U.S. Marshals Service tomaron el control del caso y rastrearon su ubicación hasta Georgia.
El 1 de octubre, agentes federales localizaron a Daniels en una vivienda de Reynolds, Georgia. Lo arrestaron sin incidentes.
“La captura se realizó con éxito gracias a la cooperación entre agencias. La comunidad puede estar tranquila”, señaló el comunicado conjunto del FBI, los U.S. Marshals y la Oficina del Sheriff de Miami-Dade.
El Departamento Correccional del condado inició una investigación interna y prometió sanciones contra quienes no cumplieron con los protocolos.
“Vamos a identificar fallos y responsabilizar a quienes no siguieron los procedimientos. Revisaremos los protocolos para que esto no vuelva a ocurrir”, indicó un vocero del condado.
La alcaldesa Daniella Levine Cava respaldó la investigación y anunció que el condado ya evalúa cambios en los procesos de liberación.
Una cómplice en la mira
Durante la fuga, las autoridades identificaron a Timishea Price como contacto de Daniels. Investigadores creen que lo ayudó a mantenerse escondido. Planean presentar cargos por obstrucción de la justicia, y buscan a otras personas que pudieron colaborar.
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