Hay lugares que no necesitan estar lejos para sentirse como otro mundo. Así es Winter Park, un pequeño oasis ubicado a minutos de Orlando, que parece sacado de una postal europea. Si vives en Miami y estás buscando una escapada relajada, cultural y con buen café, este puede ser tu próximo destino de fin de semana.
Winter Park está a unos 25 minutos del centro de Orlando, y a poco más de tres horas en auto desde Miami. Pero lo más interesante es que, una vez llegas, no parece Florida.
Su arquitectura clásica, calles adoquinadas, parques verdes y canales con botes evocan lugares como Suiza o el sur de Francia, pero sin tener que cruzar el océano.

Estación de trenes de Winter Park, una de las postales más emblemáticas del centro histórico.
Foto: Eric Ardito / Unsplash
Brunch, arte y paseos: ¿qué hacer en Winter Park?
Aquí no hay que correr. Winter Park se disfruta a paso lento, como un domingo largo.
- Park Avenue: el corazón del centro, lleno de boutiques, galerías, cafés y restaurantes con mesas en la vereda. Es ideal para caminar, mirar vitrinas y sentarse a ver la vida pasar.
- Paseo en bote (Scenic Boat Tour): una de las experiencias más famosas. Recorres lagos y canales rodeados de mansiones, jardines y vegetación exuberante. Dura una hora y vale cada minuto.
- Almuerzo entre árboles: Lugares como Boca Winter Park o The Briarpatch ofrecen brunchs legendarios bajo robles centenarios.
- Museo Morse de Arte Americano: alberga la mayor colección de obras de Louis Comfort Tiffany (sí, el de las lámparas). Ideal para una dosis de arte y color.
¿Por qué incluirlo en tu lista?
Porque Winter Park combina tranquilidad con encanto. Es perfecto para reconectar, inspirarte o simplemente romper la rutina del calor y el concreto de Miami. Además, está tan cerca de Orlando que puedes combinarlo con otras actividades más urbanas si vas con familia o pareja.
📌 CONSEJO DEL EDITOR
Winter Park es para relajarse.
Si estás en Orlando de visita, recomiendo pasar por aquí antes de regresar a Miami. Organiza un brunch dominguero en alguno de los tantos cafés sobre Park Avenue, luego tómate un café bajo los árboles de la plaza.
A veces no se necesita más que eso.